martes, 23 de mayo de 2017

ECONOMÍA DE MERCADO, MANDO Y MIXTA

1. Mecanismo de mando
Un mecanismo de mando es un método para determinar qué, cómo y para quién se producirán bienes y servicios, mediante la utilización de una estructura de organización jerárquica en la cual la gente obedece las instrucciones que se le dan. El mejor ejemplo de una estructura de organización jerárquica es la militar. Los comandantes toman decisiones que requieren acciones que se transmiten por una cadena de mando. Los soldados y marinos en el frente de batalla ejecutan las acciones que se les ordenaron.

2. Economía de mando
Una economía que descansa en un mecanismo de mando se llama economía de mando. Ejemplos de economías de mando en el mundo de hoy son china, Corea del Norte, Vietnam y Camboya. Antes de que iniciaran sus programas de reforma a finales de los años ochenta, la ex Unión Soviética y otros países de Europa oriental tenían también economías de mando.

En la economía de mando, una oficina de planificación central toma las decisiones acerca de qué, cómo y para quién producir los bienes y servicios. Estudiaremos las economías de mando y las compararemos con otros tipos de economía, al final de nuestro estudio sobre la economía en el último capítulo.

3. Economía de mercado
Una economía que determina qué, cómo y para quién se producen los bienes y servicios mediante la coordinación de las elecciones individuales a través de los mercados se llama economía de mercado.

4. Economía mixta
Pero la mayoría de las economías en el mundo real utiliza mercados y mandos para coordinar la actividad económica. Una economía que descansa tanto en mecanismos de mercados como en mecanismos de mando, se llama economía mixta.

La economía de la mayoría de los países occidentales se apoya mucho en el mercado como mecanismo para coordinar las decisiones de las empresas y familias individuales. Pero estas economías también utilizan los mecanismos de mando.

La economía de las fuerzas armadas es una economía de mando. Los mecanismos de mando también se usan en otras organizaciones gubernamentales y en grandes empresas. De igual modo existe un elemento de mando en nuestro sistema legal. Al promulgar leyes y establecer reglamentos y entidades para vigilar la economía de mercado, los gobiernos influyen en las decisiones económicas de las familias y de las empresas, y cambian nuestro curso económico.

Así, qué, cómo y para quién se producen los bienes y servicios en estos países depende principalmente del mecanismo del mercado, pero también en parte del mecanismo de mando, de tal manera que la economía de esos países es una economía mixta.

5. Lo que es y lo que debería ser
Las afirmaciones acerca de la que es son afirmaciones positivas. Las afirmaciones sobre la que debería ser son afirmaciones normativas. Ilustremos con dos ejemplos la distinción entre afirmaciones positivas y normativas.

Primero, considere la controversia acerca del calentamiento global. Algunos científicos creen que la combustión de carbón y petróleo está aumentando el contenido de bióxido de carbono en la atmósfera terrestre y está generando temperaturas más elevadas que finalmente tendrán consecuencias devastadoras para la vida en el planeta. "Nuestro planeta se está calentando debido a una mayor acumulación de bióxido de carbono en la atmósfera" es una afirmación positiva. "Deberíamos reducir nuestro consumo de combustibles a base de carbono como el carbón y el petróleo" es una afirmación normativa. Segundo, considere la controversia económica sobre los recortes de impuestos y de programas sociales. "Impuestos más bajos y programas sociales menos generosos harán trabajar más duro a la gente" es una afirmación positiva. "Los impuestos y los programas sociales deben reducirse" es una afirmación normativa.

Las afirmaciones positivas pueden ser verdaderas o falsas. Es tarea de la ciencia, ya sea natural, social o económica, descubrir y catalogar las afirmaciones positivas verdaderas; es decir, que sean congruentes con la que observamos en el mundo. Las afirmaciones normativas son cuestión de opinión. Se está de acuerdo o en desacuerdo con ellas. La ciencia calla en cuestiones normativas. No es que esas cuestiones no sean importantes. Por el contrario, generalmente son las más importantes de todas. Ni tampoco es que los científicos como personas no tengan opiniones sobre dichas cuestiones. Se trata simplemente de que la actividad científica no puede resolver una cuestión normativa y el hecho de poseer conocimiento científico no otorga a una persona una moral o normas superiores. Una diferencia de opinión sobre una cuestión positiva puede a fin de cuentas resolverse con una observación y medición cuidadosas. Una diferencia de opinión sobre un asunto normativo no puede solucionarse de esa manera. De hecho, no hay reglas bien definidas para resolver una disputa normativa y en ocasionas la gente razonable tiene sencillamente que llegar a un acuerdo o a un desacuerdo. Cuando no pueden ponerse de acuerdo, las instituciones políticas y judiciales intervienen para que pueda llegarse a una decisión. Resolvemos los desacuerdos normativos en el campo político, no en el científico. La comunidad científica puede contribuir a los debates normativos de la vida política, y con frecuencia lo hace. Pero la ciencia es una actividad distinta. Aunque los científicos tengan opiniones acerca de lo que debería ser, esas opiniones no tienen nada que hacer en la ciencia.

Veamos ahora cómo tratan los economistas de descubrir y catalogar las afirmaciones positivas que están de acuerdo con sus observaciones y que les permiten responder las preguntas económicas.

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franklinvegaestrada@hotmail.com, franklinvegaestrada@hotmail.com